En estos días que como decimos por aquí “que calo que hase” nada mejor que un refrescante helado para darle gusto al paladar y tomar algo fresquito.
Me estoy dando unas vacaciones que ni el novio de Tita, todo el día navegando sin gastarme un duro (que mala es la envidia) aunque yo lo hago por las apacibles aunque algo revueltas aguas de Internet (las búsquedas de calidad cada vez son mas difíciles)